Propiedades de la Turquesa - piedra azul de la "Sanación Maestra del Bienestar"
La Turquesa es un fosfato de Aluminio y Cobre. Es un mineral relativamente poco frecuente, y, cuando es compacto y de buena calidad, es muy apreciado como piedra preciosa y ornamental debido a su color inigualable.
En la actualidad, como tantas otras gemas, es aparentemente mucho más común en el mercado de bisutería, debido a la introducción de tratamientos e imitaciones, algunas muy difíciles de detectar aun por expertos.
Es quizás la piedra más antigua en la historia del hombre, el talismán de los reyes, chamanes y guerreros. Es una piedra de protección. Proporciona consuelo al espíritu y al bienestar del cuerpo. Beneficia el estado de ánimo general y la emoción al equilibrar e inducir un sentido de serenidad y paz.
La Turquesa promueve la energía curativa en todo el cuerpo. Una piedra turquesa trabaja para alinear los Chakras, fortaleciendo su cuerpo en el proceso. Las piedras de color Turquesa son altamente programables, lo que le permite dar a sus cristales una intención específica cuando se trata de la salud. Cualquiera que sea el tipo de curación que estés buscando, una piedra turquesa puede ayudarte en tu viaje y es "experta" en el bienestar general.
Programando una Turquesa
Toma la Turquesa entre tus manos, cárgala con energía positiva y prográmala para que cure la parte del cuerpo que deseas sanar.
La turquesa fortalece los meridianos del cuerpo y los campos de energía sutiles, mejorando la comunicación entre los mundos físico y espiritual. Colocado en el Tercer Ojo, apoya la intuición y la meditación. En el Chakra de la garganta, libera viejos votos, inhibiciones y permite que el alma se exprese.